Ciencia y ética

La agricultura ha sido testigo tanto de la evolución de la ética debido a los cambios que suponen los avances científicos como de la ética que vertebra el desarrollo científico que sustentan a la agronomía.

La ética trasciende todo lo que hacemos, por lo que sin duda incide también en cómo hacemos la ciencia.

El conflicto no es la ciencia, sino cómo se aplica.

Es un lugar común decir que la ciencia no es “ni buena ni mala” ya que, lo que es, es la constatación de nuestro modelo mental del universo; la ética de cada cual es la que dictará la manera de cómo se aplican dichos conocimientos y las tecnologías correspondientes.

La tecnología es la consecuencia práctica de la ciencia. En ambos casos, ciencia y tecnología, hemos de ver cómo conviven y cómo interaccionan con la ética.

El término valor puede tener muchos significados, uno de ellos supone que es algo digno de ser apreciado. La disciplina filosófica que se ocupa de los valores es la axiología. Proviene de las palabras griegas axios: digno y valioso, y logos: tratado, lo que en su origen significa “estudio de aquello que es digno” o “tratado de lo digno o valioso”. Con el paso del tiempo su significación ha variado, definiéndose finalmente como “estudio o teoría de los valores”.

Pero saber, es poder.

La tierra no nos pertenece, nosotros le pertenecemos.

Cuidado con el faso conocimiento, es mas peligroso que la ignorancia. - George Bernard Shaw

¿De dónde viene la confianza en la ciencia?

En un contexto en el que, bajo el pretexto de la crisis en las finanzas públicas, las políticas científicas nacionales parecen favorecer el camino del financiamiento de la ciencia a través de asociaciones con el sector privado, en particular con las grandes empresas industriales.

El tema de la confianza parece, así pues, ser fundamentalmente político y no sólo ético: una ciencia que inspira confianza en los ciudadanos-contribuyentes podrá justificar su financiamiento con fondos públicos, a través de la riqueza colectiva.

Para una sociedad, confiar en la ciencia sería, pues, confiar en los científicos, los autores de la ciencia, al delegarles el poder del conocimiento colectivo –lo que los hace expertos–, con la esperanza de que ello produzca efectos positivos socialmente. En términos normativos, diríamos que los ciudadanos querrán apoyar una ciencia dotada manifiestamente de ciertas cualidades que la hacen buena para la sociedad. ¿Cuál es esta buena ciencia?; ¿cuáles sus cualidades necesarias?; ¿quién la define y quién garantiza su estatus?; ¿qué marco regulador la sostiene? Por ejemplo, ¿es la moralidad o la competencia de los investigadores la que la define mejor y la que sería más susceptible de inspirar confianza?; ¿existen amenazas que pesan sobre esta confianza en el mundo actual?

Last modification: Mié 3 Ago 2022
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