Cuetlas: Platillo prehispánico rico en proteínas y vitaminas

La temporada de cuetlas coincide con la temporada de lluvias, época en que las mariposas aún no han pasado al capullo y se encuentran en estado larvario o de oruga. Lejos de lo que se pueda pensar, tiene un delicioso sabor, semejante al de los chapulines..

En el pitayo verde elaboramos una gran diversidad de platillos que se pueden clasificar como exóticos. Las cuetlas son un platillo prehispánico rico en proteínas y vitaminas.Entre ellos hay uno que no deja de sorprender por su origen y forma. Se trata de las cuetlas (también conocidas como chiancuetla o tepolchichic), larvas de mariposa que crecen en árboles de chía, pochote, cuaulote, jonote y tlahuilote. Es un platillo popular en las tres mixtecas: oaxaqueña, guerrerense y poblana; su consumo se remonta a la época prehispánica. También se consume en el estado de Guerrero; además, existe una variedad chiapaneca conocida como tzatz.

Las cuetlas, parte de nuestra cultura gastronómica ricas en proteínas, hierro y vitamina B...

Manjar prehispánico.

Para prepararlo, la cuetlas son dejadas reposar a fin de que expulsen las suciedades, a dicho proceso se le conoce como “exprimir”. Una vez que fueron depurados, se ponen a cocer en agua con sal, para luego ser puestos a secar durante ocho horas aproximadamente. Finalmente se tuestan en el comal y se consumen en tacos acompañados con salsa de molcajete.

La cuetla habita en árboles altos, por lo cual es necesario recolectarlos con ayuda de un carrizo o trepando los árboles. Sin embargo, una leyenda dice que para que su sabor sea delicioso el gusano se debe coger con la mano. Los consumidores de cuetlas suelen dejar vivos algunos ejemplares, con la finalidad de su reproducción continúe y no se genere un desequilibrio ecológico.

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